VISIÓN APOSTÓLICA Y PROFÉTICA

En este tiempo Dios nos ha revelado la visión apostólica y profética para ejercer el gobierno divino en esta tierra.

El Apóstol Pablo nos enseña que nuestro Señor Jesucristo constituyó regalos del cielo con diferentes unciones para que seamos perfeccionados, efectivos y maduros para la obra del ministerio. Unidos en la fe y guiados por el Espíritu Santo, la iglesia es la plenitud de aquel que todo lo llena en todo. No existe en la tierra una estructura tan fuerte y tan poderosa como la iglesia de Jesucristo.

Entendemos que en el cuerpo de Cristo no hay ni uno más ni uno menos, no somos un sindicato social, no somos una empresa jerárquica, no somos un gobierno dictatorial; sino miembros que nos ayudamos mutuamente hasta que todos lleguemos a la medida del varón perfecto. Por lo tanto, en el reino de Dios no hay uno más grande y otro pequeño, simplemente hay hijos maduros que tienen la pasión de ayudar a los que aún no han alcanzado madurez, recordemos que todos los miembros nos necesitamos. A partir de este principio todos tenemos la responsabilidad, y porque no mencionar, la obligación de crecer y desarrollarnos por amor a nosotros y a los que nos rodean. La iglesia, así como la diseñó Dios, no tiene límites ni fronteras y como apóstoles del Ministerio Jesucristo Pan de Vida tenemos el sueño de llegar a todas las esferas sociales y culturales con el evangelio de salvación. Dios nos está entregando una visión y un diseño que nadie pueda ignorar y por el contrario tenemos que estar todos juntos y unánimes para hacer que la presencia de Dios fluya con libertad.

Que la bendición de Dios os siga alcanzando todos los días.

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