VISIÓN APOSTÓLICA Y PROFÉTICA “Cambiando desde el interior hacia el exterior”
- Pereira Cruz
- 17 ago 2017
- 2 Min. de lectura
Queremos empezar felicitando a todos los que hacen posible esta revista, alguien lo pensó y tuvo la gracia y la fuerza de formar un equipo para que juntos hoy tengamos en nuestras manos un instrumento de enseñanza, testimonio e información de todo lo que el ministerio Jesucristo Pan de Vida está creyendo y conquistando para que el reino de Dios se establezca en la tierra.

En el número anterior hablamos de como la iglesia se vuelve invencible al fortalecernos mutuamente y al trabajar como un cuerpo donde Cristo es la cabeza. En esta ocasión queremos compartirles la necesidad de ser efectivos a través de nuestra influencia y siempre tomando como ejemplo a nuestro señor Jesucristo. Vemos como él reflejaba en el exterior lo que tenía en su interior.
Apóstoles Alejandro y Zulma Ghione
Jesús dijo en Mateo 11:28 que cuando estamos cansados o fatigados por nuestro trabajo sin resultados podíamos ir a él, pero el versículo 29 nos muestra la clave de su éxito, y también del nuestro, y es que él era manso y humilde de corazón para poder encontrar descanso en el alma.
Creemos que es la clave para vivir bien, en paz y libres nosotros, y poder ayudar a los demás, porque ¿quién no ha visto a una persona amargada o con problemas que lo ponen nervioso, o situaciones que lo esclavizan a un vicio, a una adicción o a un medicamento? Hay gente con buenas intenciones que la quieren ayudar pero la confusión viene cuando vemos que en su cara se dibuja una sonrisa y entonces todos pensamos que por arte de magia el problema ya pasó y nada más lejos que la realidad porque todo es efímero. La gente se distrae pero sigue cansada y sin resultados. El punto es moldear su corazón y espíritu, y se llega a él sólo por la palabra de Dios. No es por una amistad o por una buena relación, es sólo por esa palabra que me moldeó y ayudo a mí primeramente y que sabemos que hará el mismo efecto en la otra persona. Eso se llama convicción.
Cuando Jesús andaba por esta tierra primero predicaba, luego enseñaba y después sanaba porque él sabía que si no se formaba el ambiente de fe para que la palabra penetrará como esa espada de doble filo, la gente no podía recibir ningún milagro. Hoy somos nosotros, la iglesia, los que tenemos que ministrar desde el espíritu, de lo contrario no habrá cambios en los que nos oigan. Es nuestro deseo que te dejes moldear por la palabra, que seas manso y humilde al recibir la enseñanza y verás como la gente que te rodea comenzará a desear lo que tú vives y no sólo lo que tú tienes. Dios use tu vida grandemente para bendecir, sanar, salvar y libertar a los que tú quieras.
Vuestros Apóstoles Alejandro y Zulma Ghione .
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